¿Qué significa “calidad” en fast food?

Mucho más que sabor: una promesa que se demuestra

Cuando pensamos en la comida de McDonald’s, lo primero que se nos viene a la mente es su inconfundible sabor.
Pero en Arcos Dorados, sabemos que ese sabor nace mucho antes: en la calidad desde el origen, en cada ingrediente, en cada proceso y en cada experiencia que llega a nuestros clientes.

Porque para nosotros, sabor y calidad van de la mano. No es una promesa abstracta, sino un compromiso real, que se demuestra todos los días a través de mediciones, auditorías y una mejora continua. 

Para nosotros, la calidad empieza mucho antes de que un producto llegue a la mesa: está en el origen de los ingredientes, en la precisión de los procesos y en la transparencia que sostiene cada paso. En un entorno donde la rapidez es esencial, elegimos construir una estructura que asegure frescura, trazabilidad e higiene sin sacrificar velocidad ni sabor. 

Desde la selección de proveedores argentinos hasta los controles automatizados de cocción, cada etapa refleja un sistema diseñado para cuidar la experiencia del consumidor. Por eso, cada vez que alguien elige un combo, puede estar seguro de que detrás de ese momento hay miles de procesos que garantizan confianza.

Tecnología, control y trazabilidad: el detrás de escena del sabor

La calidad en fast food está en la consistencia. Desde McDonald’s desarrollamos un modelo que combina innovación tecnológica y estándares globales de seguridad alimentaria. En cada restaurante, las freidoras y parrillas automatizadas aseguran temperaturas precisas y tiempos exactos de cocción; los sistemas digitales de control registran cada lote de ingredientes, nos muestran cómo y dónde mejorar nuestros procesos y nos permiten rastrear su origen hasta el campo donde fueron producidos. 

Gracias a ese nivel de trazabilidad, podemos garantizar que cada paso cumple con los mismos estándares. Así sabemos, por ejemplo, que el 95 % de los ingredientes utilizados en Argentina proviene de productores locales validados bajo las siguientes auditorias: Sistema de Gestión de Calidad de Proveedores (SQMS), Buenas Prácticas de Manufactura (GMP), Calidad e Inocuidad para envases descartables (GQSR), Gestión de Calidad en la Distribución (DQMP), Responsabilidad Social en el lugar de trabajo (SWA).

Todo está pensado para que la experiencia sea la misma, sin importar el local ni la hora: papas siempre doradas, carne jugosa y vegetales frescos. Ese equilibrio entre tecnología y cuidado humano es lo que hace posible que la calidad se repita, una y otra vez, en cada bocado.

Calidad que se ve, se mide y se comparte

La calidad también significa transparencia. Por eso, impulsamos iniciativas como Puertas Abiertas, que permiten a nuestros consumidores recorrer las cocinas y conocer los procesos que garantizan higiene y seguridad en cada pedido. La higiene y limpieza son de nuestras mayores prioridades para garantizar la seguridad alimentaria. Entre muchos otros protocolos, desde el lavado de manos con jabón antibacterial cada 1 hora y con un refuerzo de gel desinfectante cada 30 minutos, hasta la limpieza por zonas y los controles de temperatura, cada protocolo está diseñado para mantener los más altos estándares de inocuidad. 

En 2024, el 100 % de nuestros restaurantes fueron auditados en seguridad alimentaria sin registrar brotes o incidentes, un logro que refleja la seriedad con la que se trabaja detrás del mostrador. Mostrar cómo se hace es parte de la confianza: la calidad se construye con hechos, no con frases. Y en McDonald’s, esa confianza la generamos todos los días, con procesos visibles y resultados comprobables.

La calidad como sistema, no como promesa

En un mundo que valora la inmediatez, desde McDonald’s elegimos redefinir la rapidez: no como atajo, sino como eficiencia con propósito. Cada hamburguesa, cada café y cada postre cuentan la historia de una cadena de valor que une tecnología, control y personas comprometidas con la excelencia. 

En Arcos Dorados, la calidad es un lenguaje común que atraviesa fronteras, equipos y generaciones. Es la forma en que la entendemos nuestro rol: garantizar que cada experiencia sea deliciosa, segura y responsable. Porque la calidad no es solo un sello, es una cultura que se vive en cada restaurante y en cada detalle. Así, lo que muchos llaman fast food, para McDonald’s significa fast & good: rápido, sí, pero con la calidad como ingrediente principal.